d.i. Fernando Poggio
Designer
“Lo inútil está gastado, pero lo meramente útil vuelve árido al mundo”.
Theodor Adorno
Quiero agradecerle a los organizadores la invitación y decirles que me siento muy honorado de participar en este encuentro.
Creo que es muy importante que estemos hoy aquí reunidos con tanta gente distinta -con visiones tan diversas- para pensar sobre la identidad.
Les voy a hablar un poco de mi y de lo que pienso que es la identidad.
Empecé a trabajar -mientras estudiaba- en una empresa familiar que se dedicaba a la producción industrial. Era una metalúrgica liviana que abastecía otras industrias como la automotriz, electrodomésticos, construcción, etc.
Dentro de la fábrica fui adquiriendo un conocimiento industrial y productivo muy importante.
A partir de aquí surge la posibilidad de desarrollar un producto propio (idea que hacía tiempo daba vueltas en mi cabeza).
Hoy Diseño y produzco en mi fábrica, principalmente trabajo con aluminio, es un material al cuál me siento ligado afectivamente.
Por eso, porque es muy difícil trabajarlo y porque desarrollé tecnología propia, realizo toda la producción en mi planta.
Tengo operaciones estratégicas que hago adentro y otras que tercerizo.
Mi línea de producción comprende desde corte, mecanizado, soldadura, pulido, anodizado, grabado, impresión, terminación, montaje, etc.
Todo esto me lleva a tener un plantel estable al que tengo que nutrir de trabajo constantemente, por otro lado puedo experimentar y desarrollar productos a mi antojo.
La realidad de mi país me llevó a montar una empresa en la que diseño, produzco y comercializo mi propio producto con mi marca, y otros para empresas grandes.
Hoy utilizan mis servicios y productos, empresas de primera línea. A la vez los productos se venden en las tiendas mas importantes de Bs As.
También exporto a España, Alemania, Estados Unidos.
Participé en diversas Ferias en Alemania (Tendence Lifestyle, Ambiente), Salon Satellite en Milan.
Para comprender mejor el momento actual hay que tener en cuenta nuestra historia reciente.
En el transcurso de los últimos 25 años la apertura económica y la política neoliberal sirvieron para destruir la industria nacional. Cerraron las fábricas, los oficios se fueron perdiendo y hoy, especialistas con una edad avanzada no han podido enseñar su oficio a la generación siguiente.
Contradictoriamente a todo esto se generaron las carreras de Diseño en la Universidad de Buenos Aires a partir de 1985.
Sería interesante pensar cómo en medio de una política económica neoliberal y sumamente dependiente se dió este fenómeno.
La vuelta a la democracia originó una primavera cultural en la Argentina. Todo lo que se había tapado, callado y censurado, salió a la luz. A pesar de que los lineamientos económicos no hayan cambiado, la fuerza por crear o repensar los elementos que nos rodean no pudo ser detenida. Esto no era obvio para la mayoría, ni en ese momento, ni aún hoy.
En la Argentina, en lo que respecta al Diseño, se podría hablar de un antes después de la UBA y de quiénes tuvieron la visión de generar un espacio para la formación de profesionales del diseño.
Esto no sólo sirvió para formar los futuros profesionales que fueron desfilando por las aulas, sino que también fue un trabajo docente indirecto sobre las personas allegadas a los alumnos. A partir de esto empieza a generarse -en la sociedad- una avidez por consumir diseño.
Otro hito que marca la evolución del Diseño es la reciente crisis social, política y económica de nuestro país. A partir del 2001 cambian parámetros y reglas de juego. Las grandes empresas que se dedicaban a importar a mansalva productos del exterior, se encontraon en una situación desfavorablepara su economía y se encontraron ante la necesidad de convocar a los sobrevivientes productores nacionales.
No podría hablar de Diseño Argentino en un marco teórico o desde el lugar de observador externo; lo hago desde mi experiencia cotidiana. Hablo desde mi lugar de Diseñador Productor, por una búsqueda personal de estar en todo el proceso, desde que nace la idea hasta que se materializa. Busco la experimentación permanente que es la que me permite enriquecerme. Ocupo este lugar de Diseñador Productor también como consecuencia de una realidad. Para poder darle forma a los proyectos es necesario salirse del molde y ser flexible, adaptarse a distintas funciones que no son propias de la profesión del Diseñador. Los diferentes elementos que diseño y produzco me definen, y a través de ellos expreso mis vivencias y mis raíces.
No necesariamente hay que ser folklórico para hablar de identidad en la Argentina. La identidad está dentro de nosotros mismos, quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos; desde ser porteño hasta tomar mate, a vivir en el Sur, a ir de vacaciones a Uruguay, Brasil, Chile, a vivenciar la realidad social totalmente contrapuesta a los países del primer mundo.
Todo esto atravesado por la globalización y la simultaneidad de información dada por el avance de la tecnología.
De todos modos si reducimos la noción de identidad a mis productos, ésta puede observarse tanto en “la materialidad” como en la “expresividad”. El material con el que trabajo es principalmente el aluminio porque descubrí en él infinitas posibilidades de creación. El lenguaje que utilizo es incorporar a los objetos que diseño, una gran carga de gráfica dada por combinaciones de tratamiento superficiales diversos. De esta forma he logrado ravalorizar el material, a través de lo estético.
Cenic
Otra característica es la funcionalidad del objeto: mis productos no son meramente decorativos. Si bien es cierto que lo que prima es el diseño, el objetivo es que tengan valor de uso.
Finalmente, la fuerza expresiva queda plasmada en el uso del color. Casi la totalidad de la línea contiene colores fuertes y brillantes.
El diseño es primero contenido y después forma. Nace de un concepto que queremos transmitir y se hace uno con la forma, indivisible.
La identidad se construye sobre bases que no sabemos aún si son sólidas: falta un proyecto de país que acompañe. Tarea que deberíamos realizar todos, para obtener además, una dirigencia política responsable.
Creo que la identidad es la suma de individualidades, comparto el concepto de multiplicidad.
Finalmente en respuesta a qué es la identidad, considero que lo más importante sigue siendo plantearse la pregunta.
